Curso de instructores 2023 - Plazas abiertas

Blackout - Síncope en profundidad

... Que le de un síncope a un alumno tuyo durante un curso en el fondo, a más de 20 metros de profundidad, sin visibilidad suficiente y sin razón alguna (aparentemente).

Me acaba de pasar dando mi último curso de instructores.

Aquí te cuento cómo pasó...

Todo estaba perfectamente controlado, seguimos todos los estándares de seguridad que requiere un curso. Ibamos a hacer una sencilla y aparentemente inocente apnea:

  • El día anterior había estado trabajando con todos ellos, mis alumnos, a 25 metros (como máxima) durante menos de 2h.
  • El día del accidente, el grupo llevaba menos de 1h. haciendo apnea a profundidad en el mar y ésta inmersión era la tercera del accidentado a más de 20 metros.
  • La víctima había hecho buenas recuperaciones durante toda la hora, más del triple de tiempo de recuperación desde la última apnea.
  • Respiración superficial mientras se relajaba y llenaba sus pulmones en la última respiración al 100% correctamente.
  • No había hecho ninguna estática en el fondo ni estaba previsto.

El accidentado estaba en forma, era joven (19 años), medía 1,80cm, tenía buena capacidad pulmonar, había demostrado que tenía una buena apnea estática de más de 3:15 en la piscina.

Hacía un año que había hecho un curso de apnea y ya venía con experiencia bajando hasta 20 metros de profundidad.

Aún así, al venir de otra agencia certificadora al instituto europeo de apnea, el alumno estaba obligado a hacer el exámenes teórico de los niveles anteriores y el propio en el que está. Aprobó todo.

Él era consciente de sus limitaciones y era precavido. Como prueba de su precaución me pidió que bajase con él a 25 metros para sentirse acompañado y más seguro.

Casualidad que me lo pidiese justo en la que le iba a dar el síncope (o no, quizá él intuía algo...)

Pero todo en orden. Una apnea sencilla. Nada fuera de lo normal, sin excesos ni estáticas.

Teníamos todo controlado. Una persona le haría la seguridad y yo bajaría con él. Todo aparentemente bien.

Por eso fue una gran sorpresa, porque nadie se esperaba de repente un síncope en profundidad.

Aquí vino mi nuevo aprendizaje como instructor de apnea.

El siguiente turno para bajar era el del alumno en cuestión así que se empezó a relajar durante 3 minutos.

Mientras tanto yo estaba corrigiendo a los otros dos alumnos que habían bajado previamente y le pedí a la víctima que me avisase con 30 segundos de antelación para prepararme para bajar con él.

(No me tomé mucho tiempo de relajación para bajar 25 metros porque un instructor de instructores debe bajar esos metros como quien baja a comprar el periódico)

Cuando me avisó tomamos las últimas respiraciones y empezamos a bajar.

Hizo un buen golpe de riñón, efectivo. Me posicioné frente a él cuando llegamos a los 7 metros aproximadamente. Nos íbamos mirando a los ojos. Todo bien. -10, -15, -20... 

Cuando pasó la marca de 20 siguió cayendo hasta 22,5 metros y se frenó. Hizo un giro y se puso verticalmente cabeza arriba y le hice una señal preguntándole si estaba "Ok?", me respondió negando con la cabeza y de repente se desvaneció. Sus ojos se cerraron y empezó a caer unos centímetros hacia el fondo.

Me di cuenta de que no volvería a abrir los ojos cuando su mano se soltó de su nariz y sus brazos se arquearon como cuando caes a plomo hacia el fondo boca arriba.

Hice un rescate normal.

Su compañero de seguridad (su padre) bajó a hacer la seguridad y me vio subiéndole pero pensó que se trataba de otro ejercicio ya que habíamos estado practicando el día anterior rescates, así que subió a la par que nosotros a partir de los 10 metros.

Mientras yo subía a la víctima, podía seguir escuchándole los golpes diafragmáticos del accidentado.

Le saqué a la superficie, despertó y le mandé al barco a descansar.

Me quedé durante medio minuto subido a la boya y mirando al horizonte mientras los demás alumnos esperaban mis instrucciones...

Estaba buscando una explicación a lo que había sucedido... Me entró miedo solo pensar que si yo no llego a bajar con él en esa inmersión habría tragado agua tras desvanecerse con esos golpes diafragmáticos sonando durante la subida pero él inconsciente...

Sentí que debía mantener el tipo y aguantar la clase para terminar con otro sabor de boca.

Así que los demás seguimos trabajando.

Hicimos dos bajadas más cada uno y subimos al barco todos para recoger y marcharnos con otra imagen en la cabeza de cada uno.

Una vez en el barco me puse a su lado y le miré, le escuché y dijo algo interesante:

Alumno: "Yo te vi, vi que me preguntaste si estaba "ok", yo te dije que no y de repente me sentí débil y ya no recuerdo nada más".

instructor: "¿Que te sentiste débil...?

Alumno: "Sí... sentí debilidad y como que me abandoné".

instructor: "Perdona, ¿Qué has desayunado?"

Alumno: "Nada, preferí no comer para evitar que me pasase como le pasó ayer a Xavier, no quería vomitar en el barco".

Para mi, la incógnita empezó a despejarse un poco tras esa conversación pero yo no podía salir de mi asombro y mi congoja. El miedo seguía sin dejarme tener un análisis claro.

A medio día, unas horas después, durante la comida, le pregunté si era diabético por si le había dado un bajón de azúcar pero me dijo que no.

Durante el resto del día fui tirando del hilo hablando con él y descubrí algo realmente interesante...: Tampoco había cenado el día anterior y, para más inri, durmió muy pocas horas.

Unos días después analizamos más a fondo la situación y nos dimos cuenta de que al venir desde otro país con 6h. de diferencia horaria al mío, donde allí todavía hay nieve y en España 30Cº, se le fue yendo el apetito poco a poco durante la semana.

Las conclusiones, para mi, y mis aprendizajes son los siguientes:

  • La alimentación es importantísima. El primer día de curso lo dejé muy claro: Todo el mundo debe desayunar fuerte con carbohidratos, comeos un bocadillo si hace falta pero venid con un desayuno fuerte, al menos 2 horas antes de meternos al agua y por la noche proteínas.
  • El descanso de la noche anterior es tan importante como la alimentación: Sagrado.
  • El uso del lanyard en los cursos es de uso obligatorio siempre que no haya visibilidad o haya corrientes.
  • La responsabilidad del instructor a cerca de preguntar a los alumnos qué tal han dormido y comido para repasar que todo el mundo esté bien no se debe quedarse en un "aviso" el primer día del curso. Se debe chequear el resto de los días.
    Recuerdo que en otro curso prohibí a un alumno entrar al mar cuando confesó que había dormido en una estación de tren al aire libre. En esta ocasión debía haber sido igual pero no detecté su cansancio.
  • La hoja de asunción de responsabilidad debe incluir este epígrafe. Ya he enviado la sugerencia al instituto europeo de apnea.
  • Comas o no comas, el mareo va a ser el mismo. Así que dejar de comer para evitar vomitar en el barco no va a hacerte sentir un mejor mareo en el barco.
  • Como dijo otro de los alumnos del curso: "De esto aprendemos que las cosas que menos te esperas también pasan".

Desde aquí un gran apoyo a los demás instructores que trabajamos por hacer un buceo seguro.

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